El Colegio San Antonio (Capuchinos) de Santander es un centro de Educación Secundaria, especialmente sensibilizado en la atención a la diversidad, debido a que en nuestras aulas tenemos alumnos ordinarios, pero también atendemos muchos jóvenes que presentan dificultades académicas o complejas situaciones personales, económicas y familiares que les pueden poner en riesgo de fracaso escolar o de exclusión social. También en nuestras instalaciones acogemos un Aula Integrada de Educación Especial, del C.C.E.E. El Molino para alumnos de espectro Autista (TEA)
Por este motivo hemos asumido los valores franciscano/capuchinos como nuestra seña de identidad. Esto nos lleva a atender a las personas vulnerables y a buscar la máxima gratuidad en nuestra enseñanza. En efecto, un importante pilar de nuestro colegio ha sido siempre evitar al máximo los pagos y cualquier tipo de cuota económica. Hemos potenciado la participación voluntaria en los préstamos de nuestro Banco de Libros de Texto y la adquisición de los libros fungibles a través del centro, para minimizar el coste a las familias.
Ofrecemos también un desayuno diario, voluntario y gratuito para todos aquellos alumnos que deseen tomar en el recreo alguna pieza de fruta. Todas nuestras actividades fuera del aula se hacen intentando que sean gratuitas, con un coste mínimo o, si imposible, el colegio corre directamente con el gasto.
SERCADE (SERvicio CApuchino para el DEsarrollo) es la asociación sin ánimo de lucro que se encarga de la acción social de la Orden de los Capuchinos.
Esta labor está enfocada en la atención de personas en situación de vulnerabilidad (personas sin hogar, migrantes, infancia, mayores…). Y precisamente por ello, desde el curso 2023/24, SERCADE ofrece un programa de ayudas económicas a las familias de los alumnos de los Colegios Capuchinos de España, que no cuenten con los recursos suficientes para hacer frente a los pagos derivados de la escolarización de sus hijos.
Podríamos pensar que los costes moderados que tenemos en el Colegio de Santander no deberían ser un problema para ninguna familia, pero la realidad nos muestra lo contrario. Y lo que no podemos permitir es que un alumno no pueda participar en una excursión, en una actividad de patinaje sobre hielo, en una visita al cine o en un curso de natación en una piscina, por no poder abonar el transporte, la entrada o el coste de los monitores.
La oferta de las BECA de SERCADE, personalmente me ha supuesto una parte muy dura en lo emocional, como encargado de gestionarlas. En efecto, he tenido tardes duras cuando me reúno con familias y te hablan con claridad, sin tapujos ni reservas, de historias vitales durísimas y de unos datos económicos que parecen imposibles. En el Colegio conocemos a grandes rasgos los casos, pero al bajar a los datos concretos, esos que normalmente no se cuentan, descubro casos complicadísimos y situaciones vitales, de personas heroicas que salen adelante de manera admirable.
Ahora bien, la congoja con la que vivo todo el proceso, se transforma con estas BECAS, ya que ayudan modestamente con los pagos, nos permiten sentir el profundo agradecimiento de quienes las reciben e incluso nos descubren la solidaridad de familias que, llaman para renunciar y favorecer a otros, o que quieren colaborar directamente.
Desde el Colegio San Antonio queremos agradecer a SERCADE esta iniciativa.
También queremos animar a todas las personas que nos leen a que colaboren con SERCADE, ya que realmente esas aportaciones llegan realmente a los vulnerables y a quienes más lo necesitan.
Desde los Colegios Capuchinos y desde SERCADE tenemos claro que la Beca no es únicamente Dinero. Es Solidaridad. Es acompañar. Es sentirse acompañado. Es sentirse escuchado. Es un abrazo fraterno.
Es un impulso para seguir adelante. Es una “florecilla” de San Francisco.
Javier García-Galán Briones (Colegio San Antonio, Capuchinos de Santander)